20070216

La cosa

Tengo una cosa.
¿Qué cosa?
¡Maravillosa!
¿De qué color?
No es de ningún color.
¡¿Qué es, qué es? !
No me lo vas a creer. Es una máquina loca, bola caótica de fantasias y contradicciones hecha de reflejos condicionados, falsas esperanzas, lujuria sublimada a través de peores distracciones, cuerpo de voluntad suicida y mente enferma y pedazos de materia corrupta e inmunda:
soy yo, mirá que simpático.

20070214

5








Foto: Ricky

Estrellas fugaces


Me temo que he sido falsa hasta ahora:
¿Es que todos nuestros actos mueren con la muerte?
¿O mueren una vez terminados y son la muerte misma?
¿Entonces cada ser nace ya muerto y cada civilización es un aborto de la historia?
Nada tiene sentido si todo deviene inevitablemente en la nada.
Aunque seres futuros recuerden nuestras acciones, esos seres morirán y con ellos la humanidad y la tierra: nuestras obras (nuestras sobras) irán a parar al inconmensurable tacho cósmico.
¿Pero es qué en mi efimeridad tengo un compromiso con la belleza?
¿O ese es otro manotazo de ahogado?
Tal vez, lejos de la belleza, lejos de la trascendencia humana y todo lo humano, halla un lugar donde todo se recicle eternamente: pero está lejos de las palabras, esos meros espacios vacíos en el gran silencio.

20070202

3

Adivinanza

Nazco con la poesía concienzuda, con la mirada al horizonte del ojo que sabe ver, pensar, sentir y hacer hacia el mismo valle-punto, antes de comenzar la nada, que sabe que no existe.

Vivo con la caída que no pretende parar, sino que se entrega a la gravedad de la situación.

Vivo moviendo montañas, que no son más que palabras y que por eso gran cosa son.

Muero con el hombre a quien todo le pasa.

Muero con la mujer que se pregunta qué es mejor: un gato gordo y blanco o un gato flaco y negro.

20070201

2

Divagación personal / imaginación de la divagación del otro durante la caminata

Hojas marrones, caídas, marchitas. ¿Se dice marchitas o eso es solo para las flores? Qué flash estético post-lluvia.
- Parece otoño.
Yo nací en otoño, por eso será que me gusta tanto. Es cierto, parece otoño.
- ¿No es otoño, no?
No creo que sea otoño. No tendría que haber preguntado, o mejor sí, porque Marina sabe que soy así, incluso lo acepta con gracia. Tiene una especial apreciación por los defectos de las personas.
- No. Pero no falta tanto.
Che, yo no estaba mirando el paisaje. Me recuerda a las caminatas por La Plata, ¿fue eso en otoño? Extraño a Adán y extraño a Roy, pero de formas tan distintas.
- Yo nací en otoño, recuerdo muy bien aquél día.
Chiste estúpido, vestigios de Gila, posiblemente, "nací, no había nadie en casa...", Julio me habló de Gila, pero no, yo primero había hecho el chiste y después me enteré de que Gila hacía uno parecido, soy un poco gila, por dios, tengo que dejar de hacer tantos juegos de palabras o me voy a convertir en una falsa-escritora que solo hace chistes que otros ya hicieron, ¿y a qué viene dios en todo esto?
- Ah... el veintipico de marzo.
El 23. Lo recuerdo pero por alguna razón no lo dije, como para seguir con la personalidad que ella cree que tengo, de olvidadizo/colgado/desubicado, como por inercia, qué feo.
- El 23.
No lo recordó pero no me molesta. Recuerdo que siempre la molestia ante el olvido por parte de alguien de mi cumpleaños era como fingida. Como impuesta por alguien o algo que dice "si no recuerdan tu cumpleaños, ofendete". Pero no me ofende en lo más mínimo. Hay tanto por cambiar.
- Igual no te preocupes, yo unos días antes te aviso, y vos podés hacer lo mismo, por que la verdad, no tengo la más puta idea de cuando cumplís.